Día a día en grandes compañías donde la operación es de alto riesgo como petroquímicas, empresas de manufactura que manipulan material altamente combustible o aquellas donde se presentan reacciones peligrosas se vienen presentando accidentes cuando se realizan operaciones de mantenimiento.
Un procedimiento de control son los permisos generados por los departamentos de seguridad, salud ocupacional o mantenimiento, dichos permisos de trabajo no son por si solos generadores de seguridad en plantas de alto riesgo.
Es normal la presencia de contratistas para operaciones de rutina como soldadura, instalaciones de nuevos tramos de tubería , mantenimiento en lugares donde se realizan procesos que presentan reacciones exotérmicas, endotérmicas , liberaciones de vapores altamente combustibles, etc, estos contratistas no están relacionados con el proceso, ni conocen protocolos de seguridad para estas situaciones, por esta razón se debe:
Identificar previamente todas las operaciones relacionadas con mantenimiento y realizar un análisis operativo que permita educar y establecer protocolos que garanticen operaciones seguras en cada área de procesos.
Se recomienda realizar un análisis que incluya el uso de WHAT IF y FMEA cuyos resultados deben ser esquematizados en un árbol de fallas para luego establecer los protocolos de mantenimiento y operación en cada planta.
un protocolo de mantenimiento incluye:
Operaciones de bloqueo y etiquetado; teniendo en cuenta el proceso, esta operación mal realizada puede ocasionar un accidente mayor causado por el manejo inadecuado de las energías remanentes.
Revisar los procedimientos para manejo de espacios confinados si son requeridos,
Revisar protocolos para trabajo en altura si son requeridos,
Verificar protocolos de comunicaciones,
Usar el equipo de protección requerido y las herramientas adecuadas debidamente certificadas
Si el trabajo a realizar requiere migración de partículas tener presente el protocolo de trabajo en caliente y además no pasar por alto las consideraciones concurrentes consignadas en el árbol de fallas.
Estas son algunas de las consideraciones básicas para evitar que el trabajo de mantenimiento en vez de mejorar un proceso contribuya a afectar a las personas, los bienes o el medio ambiente.
